LUNA LLENA

jueves, 17 de octubre de 2013

XXI ENCUENTRO LITERARIO LUNA LLENA "LA TERCERA LUNA" TRES AÑOS COMPARTIENDO.

Marjorie Pérez Vega.

Triennium

En los primeros tres años de vida se sientan las bases de todo el desarrollo posterior del individuo. Los cuidados y atenciones que reciba el niño, en esta etapa de su vida, es lo que le permitirá sobrevivir y estar físicamente sano. Un bebé estimulado será un niño despierto, un joven alegre y un adulto con ilusión por vivir la vida y participar en la sociedad.
Un compendio de todo esto es lo que se ha gestado en la Asociación Cultural Luna Llena. Nació hace tres años y ha sido mimada, estimulada, protegida y presentada en sociedad para compartir con todo aquél que lo desee el mundo del conocimiento, ya sea literario, geográfico, musical, sociológico, etc.
El primer paso no fue difícil. Cualquiera es capaz de empezar algo. Lo realmente complicado es continuar a pesar de las dificultades. Cuando se inicia el camino nos damos cuenta de lo duro que puede llegar a ser. Nos encontramos con barreras que no esperábamos y aparecen los momentos de frustración, se pone en duda el sueño y nos planteamos si realmente merece la pena pasar por esos altibajos para llevar a cabo nuestra idea.
Poner en marcha y consolidar una asociación como ésta que, con su actividad, puede ser capaz de cubrir necesidades y demandas reales contribuye (o eso es lo que deseamos), a la mejora del entorno en el que vivimos y a la constitución de una fuente de reconocimiento social que, aunque no debe ser el fin último, puede abrirnos muchas puertas para seguir creciendo y evolucionando tanto cultural como personalmente.
Por otro lado, hay algo que es evidente: si reprimimos buenas ideas pensando que vamos a llamar la atención o volver hacia nosotros el ojo crítico de la sociedad, desde luego nunca se conseguirá nada nuevo bajo el sol. Lo novedoso siempre se acoge con cautela, pero si es algo positivo acabará siendo aceptado tras un duro comienzo. Y en eso estamos o pretendemos estar.
A los distintos integrantes de la asociación, nada nos produce más satisfacción que un trabajo bien hecho; sobre todo si se desarrolla, desde su concepción hasta su ejecución, bajo la percepción de cómo debe realizarse. Este tipo de satisfacción está relacionado con la aplicación de forma productiva e imaginativa de nuestras habilidades y en la obtención de resultados fruto de nuestro esfuerzo y dedicación.
En resumen, un nuevo día amanece, nos pensamos más las cosas, y como consecuencia, se toman mejores decisiones. Esperamos que esas decisiones tomadas por nosotros, sean las mejores también para ustedes.
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Luz Marina Santana Suárez.
Quiero agradecer a mis compañeros,la oportunidad que me han dado y la confianza aportando mi granito de arena. Todo lo que estoy aprendiendo se lo debo a ellos por hacer que crea en mi y sea capaz de realizar todo lo que estoy haciendo. Me siento orgullosa de pertenecer a Luna Llena y a todos los Encuentros culturales donde participo porque me valoran y me siento así, mejor persona. Gracias.


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Juani Rivero González
¿Qué siento o que ha supuesto para mí estos tres años de Luna Llena?

En un principio fue un sueño, un proyecto que iba cogiendo forma poco a poco. Costó, pero aquí estamos.

Siempre tuve claro que escribir no lo iba a hacer. Yo colaboraba con todo lo que quisiera: trabajando, animando o dando ideas. En todo lo que hiciera falta yo siempre estaría ahí.

Pero, a medida que pasaba el tiempo y los encuentros iban evolucionando, yo lo hacía con ellos. He aprendido mucho, sobre todo, a tener un poco más de confianza en mí misma.

He participado en otras actividades culturales, curso de literatura, Café con L, Club de Lectura los Placeres de Montiano. Al principio era una mera espectadora ahora ya participo un poco más.

Siempre me ha gustado este mundo, los libros, la literatura, y ahora estamos trabajando un equipo que nos apoyamos los unos a los otros, tenemos muchos proyectos e ilusión para que en cada encuentro ustedes se lo pasen bien y disfruten de la literatura en todas sus facetas.
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Francisco Torres Gutiérrez
La Casualidad y la curiosidad me hicieron reconocer y conocer...
Un día, mientras leíamos un periódico digital, descubrimos que se iba a celebrar en la Asociación de Vecinos Valdemontes, un encuentro literario. Atraídos por la curiosidad, nos presentamos para escuchar lo que aquí se desarrollaba y, desde entonces, hemos participado de estos encuentros. Me resultó curioso que este tipo de actos tuviera lugar en un barrio, porque normalmente se llevan a cabo en lugares con un público más amplio. Pero, lo que realmente llamó mi atención es cómo dos personas eran las que se encargaban de todo, absolutamente de todo. Estas dos personas son Paz Monzón y Juani Rivero. Por nuestra implicación con su proyecto, hemos sido testigos del crecimiento de ambas: la primera como poeta en evolución y la segunda como persona cuya transformación y seguridad ante el público, ha sido espectacular.
Debo confesar que tanto Juani como Paz, no saben que mi intención es agradecerles en público su tesón, su esfuerzo, su dedicación porque, de otra manera, nunca lo hubieran permitido. Son muy conscientes de que aquí quien protagoniza estos encuentros es el público que los apoya con su asistencia, pero no quería celebrar este tercer aniversario sin que supieran que les estamos muy agradecidos por sus noches interminables dedicadas a la preparación de los encuentros. Por supuesto, debemos agradecer también a todos los componentes de la junta directiva su ejemplar forma de proceder y asistir a todas las reuniones previas a los encuentros para perfilarlo, sobre todo, porque posponen sus asuntos personales, en aras de la preparación y el ensayo, con todo lo que eso significa.
Juani, Paz, Luz Marina, Guadalupe, Marjorie, gracias porque ustedes son las responsables de que haya más encuentros y con su profesionalidad y buen hacer, conseguirán que así sea.
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LA LUNA Jorge Luis Borges

Cuenta la historia que en aquel pasado
Tiempo en que sucedieron tantas cosas
Reales, imaginarias y dudosas,
Un hombre concibió el desmesurado

Proyecto de cifrar el universo
En un libro y con ímpetu infinito
Erigió el alto y arduo manuscrito
Y limó y declamó el último verso.

Gracias iba a rendir a la fortuna
Cuando al alzar los ojos vio un bruñido
Disco en el aire y comprendió, aturdido,
Que se había olvidado de la luna.

La historia que he narrado aunque fingida,
Bien puede figurar el maleficio
De cuantos ejercemos el oficio
De cambiar en palabras nuestra vida.

Siempre se pierde lo esencial. Es una
Ley de toda palabra sobre el numen.
No la sabrá eludir este resumen
De mi largo comercio con la luna.

No sé dónde la vi por vez primera,
Si en el cielo anterior de la doctrina
Del griego o en la tarde que declina
Sobre el patio del pozo y de la higuera.

Según se sabe, esta mudable vida
Puede, entre tantas cosas, ser muy bella
Y hubo así alguna tarde en que con ella
Te miramos, oh luna compartida.

Más que las lunas de las noches puedo
Recordar las del verso: la hechizada
Dragon Moon que da horror a la halada
Y la luna sangrienta de Quevedo.

De otra luna de sangre y de escarlata
Habló Juan en su libro de feroces
Prodigios y de júbilos atroces;
Otras más claras lunas hay de plata.

Pitágoras con sangre (narra una
Tradición) escribía en un espejo
Y los hombres leían el reflejo
En aquel otro espejo que es la luna.

De hierro hay una selva donde mora
El alto lobo cuya extraña suerte
Es derribar la luna y darle muerte
Cuando enrojezca el mar la última aurora.

(Esto el Norte profético lo sabe
Y tan bien que ese día los abiertos
Mares del mundo infestará la nave
Que se hace con las uñas de los muertos.)

Cuando, en Ginebra o Zürich, la fortuna
Quiso que yo también fuera poeta,
Me impuse, como todos, la secreta
Obligación de definir la luna.

Con una suerte de estudiosa pena
Agotaba modestas variaciones,
Bajo el vivo temor de que Lugones
Ya hubiera usado el ámbar o la arena,

De lejano marfil, de humo, de fría
Nieve fueron las lunas que alumbraron
Versos que ciertamente no lograron
El arduo honor de la tipografía.

Pensaba que el poeta es aquel hombre
Que, como el rojo Adán del Paraíso,
Impone a cada cosa su preciso
Y verdadero y no sabido nombre,

Ariosto me enseñó que en la dudosa
Luna moran los sueños, lo inasible,
El tiempo que se pierde, lo posible
O lo imposible, que es la misma cosa.

De la Diana triforme Apolodoro
Me dejo divisar la sombra mágica;
Hugo me dio una hoz que era de oro,
Y un irlandés, su negra luna trágica.

Y, mientras yo sondeaba aquella mina
De las lunas de la mitología,
Ahí estaba, a la vuelta de la esquina,
La luna celestial de cada día

Sé que entre todas las palabras, una
Hay para recordarla o figurarla.
El secreto, a mi ver, está en usarla
Con humildad. Es la palabra luna.

Ya no me atrevo a macular su pura
Aparición con una imagen vana;
La veo indescifrable y cotidiana
Y más allá de mi literatura.

Sé que la luna o la palabra luna
Es una letra que fue creada para
La compleja escritura de esa rara
Cosa que somos, numerosa y una.

Es uno de los símbolos que al hombre
Da el hado o el azar para que un día
De exaltación gloriosa o de agonía
Pueda escribir su verdadero nombre.
(Leido por nuestro compañero Francisco Torres Gutiérrez)
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Paz Monzón González.
Recuerdos.
En estos años, no he dejado de cuestionarme un solo instante si hacía lo correcto o si las personas que me rodeaban y que asistían a estos encuentros, lo hacían por el mismo motivo que yo o por compromiso. Siento que hoy, precisamente hoy, ya estoy convencida. Ya no me cuestiono si merece la pena o no. Ni siquiera por compromiso. Ahora tengo la certeza de que realmente merece la pena. Cuando les miro a los ojos y juntos palpamos la necesidad de abrirnos, de aprender e incluso de revivir la literatura, cuando escuchar un poema hoy significa enternecerme o pensar que todo se puede mejorar, que la muerte y la vida tienen sentido, que hay esperanza o que una flor puede ser de mil colores. Cuando comprendo que el ayer y el hoy se juntan para obligarnos a reflexionar y el simple hecho de crear conciencias con la palabra, hace que el conocer a más personas te ensanche el corazón, las ganas de continuar, de sacudirte las críticas y además, mirar al frente y decir: Estoy en el buen camino.
El sueño empezó hace muchos años, pero se hizo realidad en octubre de 2010. En estos tres años hemos realizado: reconocimientos a personas y a colectivos de nuestro entorno. Los niños, niñas y los propios jóvenes han sido un verdadero disfrute para quienes les hemos escuchado. Los distintos ponentes y presentadores han bordado cada acto y hemos aprendido de los más grandes en todo lo amplio de la cultura: Pío Baroja, Edith Piaf, Facundo Cabral, Pablo Neruda, Audrey Hepburg, Jorge Bucay, Mario Moreno, Mario Benedetti; Rosalía de Castro, Pedro Salinas, Federico García Lorca, Rafael Alberti, Luis Cernuda, Pedro García Cabrera al cual le rendimos dos encuentros, precisamente en el año de su reconocimiento como “Premio a las letras canarias 2012”. Hemos realizado el acto en La Casa Museo León y Castillo y en La Sala de Actos de la Biblioteca Arnao. Hemos tenido dedicaciones especiales al Socio Fundador de este sueño a título póstumo como es Pedro Enrique Cabrera Rodríguez. Un encuentro especial gastro-cultural, a los abuelos y abuelas, a la libertad, a la igualdad, al dolor, al teatro, a la música por la cual hemos contado con manos maravillosas como son las de Nino Jiménez, la voz encantadora de nuestra compañera Luz Marina Santana Suárez y otras.
Han sido tres años aprendiendo de todo entre todos. Pero lo mejor está por venir. Desde mi compromiso entiendo que las cosas deben cambiar. La experiencia te hace tomar decisiones, que no siempre pueden ser del gusto y agrado de todos, pero muy necesarias. He aprendido a escuchar y entender que es más fácil habituarse a la rutina, precisamente porque el trabajo ya está hecho que a intentar buscar y ampliar conocimientos y nosotros, quienes estamos hoy aquí al frente de esta Asociación, queremos crear el antes y el después, crecer, escucharles y anteponer la cultura en toda su amplitud a los intereses. Porque la Cultura es patrimonio de la humanidad, libre, cercana, a veces confusa y hasta difusa porque no debe permanecer entre las paredes de unos cuantos o en un cajón. La cultura debe ser el lazo que une a los pueblos, jamás el yugo hacia los mismos.
Muchas Felicidades y suerte.
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Guadalupe Santana Suárez ©
Buenas noches a todos…

Cualquiera que esté presente aquí esta noche, me conoce en mayor o menor medida, pero saben perfectamente que no miento al decirles que mis compañeros no conocen ni un ápice de lo que voy a comentarles a continuación y, por lo tanto, no han influenciado en absoluto en su redacción. Así, que soy, como siempre, la única responsable de mis actos y palabras para los que tengan a bien escucharme…

Agradezco y felicito a mis compañeros de “Luna Llena” por sus intervenciones ante el micrófono y sus respectivos comentarios y, aunque suelo ser la voz discordante del grupo, -por llamarme educadamente- parece que esta noche no lo seré tanto, ya que considero por lo que he escuchado, que estamos todos en la misma línea.

En la línea, ya no sólo que divide la cultura y la barbarie, sino, en la línea –y parece mentira- que divide la sensatez de lo absurdo. ¿Qué hay más absurdo que estar en contra de la cultura? al fin y al cabo esto es estar en contra de nuestra libertad. Por lo tanto, absurdo totalmente.

Cuando en esta ciudad hay gente que trabaja altruistamente en pos de cualquier tipo de arte o conocimiento y vemos descaradamente que se le ponen palos a las ruedas que cargan el saber… Hemos de pararnos a pensar muy detenidamente ¡qué estamos permitiendo! ¿Qué ciudad queremos para vivir? ¿Quiénes son los que se permiten el lujo de criticar y ofender en vez de ayudar a tirar del carro? Además, escondidos tras los estúpidos seudónimos que nadie se los cree.
Tomemos conciencia de que cualquier agresión verbal o acción en contra del conocimiento es una agresión a nosotros mismos. ¿Creemos que importunamos a tal o cual persona? ¡NO! Nos perjudicamos nosotros mismos y perjudicamos nuestro entorno y a nuestros conciudadanos, pues un pueblo sin cultura es totalmente manipulable y eso lo sabe hasta quienes intentan desdeñar el trabajo bien hecho, que además, saben que está bien hecho, pero también saben que nunca fueron capaces de hacer tanto beneficio a la ciudad donde, me supongo que han nacido.

En resumen. Espero simplemente que este acto valga para que cuando lean los disparates o se encuentren a quien les pida que les ayude a poner esos palos en las ruedas, sean capaces sin miedo alguno de decir: ¡NO! porque yo también estoy empujando el carro.

Y para no cansarles, -si no lo he hecho ya- concluyo leyendo un poema que, metafóricamente refleja a mis compañeros de Luna Llena. Espero que sepan reconocerlos en mis pobres letras.

“LUNA PLENA”

Yo llegué tarde a la Luna porque ya estaba compuesta.
Iluminada y dispuesta a entregarnos la fortuna
del saber que no importuna, cuando la honrada propuesta
viene a quedar manifiesta sin prepotencia ninguna.

En la Luna hallé la “Paz”, que va sembrando caminos
y que pinta los destinos de cualquiera que es capaz
de no escuchar la mordaz cantata de los cansinos
que van aguando los vinos con la palabra falaz.

A esta Luna la acaricia, la suave voz del empuje,
el clamor que nunca ruge si no halla la injusticia
y que su fe beneficia, pues cual madera que cruje
va secando al sol que surge y evidencia la codicia.

Luego llegó la emoción, en dos “Torres” dibujada…
Con la cosecha sembrada en trozos de corazón
y acogimos la lección de la bondad derramada
en nuestra sed, que escamada, nos tenía la ilusión.

Llegaba así ese reflejo, a una “Vega” de esperanza
donde, con el agua mansa, nos vimos en el espejo
y con el valor añejo que nos deja la confianza
pusimos en la balanza, la osadía y el complejo.

Y entró ese rayo de “Luz” con un admirable trino,
acallando el desatino de las voces, que al trasluz,
iban poniendo la cruz y las caras al espino
que enturbió lo cristalino, con obstinada testuz.

Pero la Luna aquí luce, para nuestros corazones.
A pesar de las acciones que la ignominia traduce…
No piensen que se desluce el fulgor en los balcones,
que lo nuestro son arcones, que a la Luna reproduce.

A Paz, Juani, Paco, Marjorie y Luz. De todos muchas gracias Lupe.
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Julio Pérez Tejera.
Salió el sol y de vergüenza
tiene encendida la cara
pues lo sorprendió la luna
empezando la mañana.

Al atardecer, el sol
se fue muriendo de celos
porque vio cómo a la luna
la cortejaba un lucero.

Está abrochando la tela
azul oscuro del cielo,
un botón de luna llena.

Lucero de la mañana,
¿dónde dejaste a la luna
que te vieron por el cielo,
solo en esta noche oscura?

-¿Dónde dejaste, Lucero,
la luna que tanto amabas?
-El mar la tiene cautiva
en los espejos del agua.
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A don Antonio Machado

Confieso que he sido grillo
alguna noche de luna
y que le he cantado a una
pálida luna sin brillo.
Pero fue por el sencillo
deseo de señalar
en el cielo ese lunar
cuyo hechizo me cautiva,
mirándolo tan arriba
y sin poderlo alcanzar.

Mas no ignoro que aquí abajo,
donde la miseria habita
y la mezquindad transita
sobre el fruto del trabajo,
donde a diario me fajo
y comparto lo que gano,
resulta estéril y vano
el afán del soñador
que comparte el resplandor
de la luna con su hermano.
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José Blas Laiz Solla
Intervino con magníficas palabras (que reproduciremos próximamente nuestro gran amigo don José Blas Laiz Solla) Muchas gracias.
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La Asociación Cultural Luna Llena celebró el sábado día 12 de octubre sus primeros tres años de vida. Fue un momento para hacer balance de lo pasado y para comentar la evolución durante este tiempo. Sin embargo, pudiendo haberlo hecho en privado, decidimos compartirlo con todas aquellas personas que desearon acompañarnos en esos felices momentos. Ellas representan el agua que mueve nuestro molino, pues si bien poseemos las aspas, sin agua, no existiría molino.
Gracias a todas y cada una de las personas que nos acompañaron porque lo hicieron de corazón y entregados. Gracias por tantos halagos recibidos, por acompañarnos y, sobre todo, por los ánimos, ya que eso nos hace mucho más fuertes.
(Palabras del Vicepresidente de la A. C. E. L. Luna Llena en agradecimiento a las personas que nos acompañaron)